El proyecto «Fresh-kids» consiste en el diseño de un sistema modular de mobiliario infantil, concebido principalmente para uso escolar. Se ha creado con colores vibrantes que, al combinarse, generan un escenario multicolor diseñado para estimular la creatividad y el ánimo de los niños.
Este mobiliario está pensado para ser altamente práctico y versátil. Por ejemplo, las mesas presentan dos alturas distintas, ajustables simplemente inclinándolas, con una posición más baja para niños de hasta dos años y una posición más alta para aquellos entre dos y cuatro años. Las sillas también comparten esta flexibilidad, permitiendo configuraciones como bancas o incluso transformándose en taburetes para uso adulto.
La multifuncionalidad es una característica clave del diseño, como se observa en la trona, que puede ser utilizada durante un breve periodo como asiento elevado y, al volcarla, se convierte en un balancín, extendiendo así su utilidad. Además de los muebles modulares y multifuncionales, se ha desarrollado un módulo de estantería que permite infinitas composiciones, sirviendo también como grada o banco. El sistema de sujeción y unión de las piezas se ha diseñado utilizando velcro resistente y orificios estratégicamente colocados, garantizando así su estabilidad y facilidad de uso.
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